jueves, 9 de marzo de 2017

¿A qué edad debo comprarle un teléfono inteligente a mi hijo? La respuesta podría ser cuando supere la prueba ACTIC

No es lo mismo tener un teléfono móvil que un teléfono inteligente conectado a internet las 24 horas del día. Hoy un niño no puede, ni debe vivir sin internet. Sería dar la espalda a la realidad que le ha tocado vivir pero no es menos cierto que cada niño tiene una madurez diferente en relación con la edad cronológica. Internet es una herramienta esencial en su educación y un nuevo modo de relación social entre sus iguales

Es obligación de los padres educar a los hijos en el mundo digital pero mientras exista la brecha de conocimientos entre ambos podrían haber herramientas que puedan ayudar a los padres para saber si sus hijos son competentes para moverse en el mundo digital y hacer buen uso de la tecnología antes de comprarles un teléfono inteligente. Por eso, me ha interesado mucho algo que desconocía como ACTIC. La sigla ACTIC corresponde a la denominación "acreditación de competencias en tecnologías de la información y la comunicación" y es una es la certificación acreditativa de la competencia digital, entendida como la combinación de conocimientos, habilidades y actitudes en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación que las personas desarrollan en situaciones reales para alcanzar objetivos determinados con eficacia y eficiencia.

Sería útil para muchos padres, familiares o tutores saber que su hijo o nieto tiene esta acreditación antes de que disponga un teléfono inteligente. Las repercusiones adversas por el mal uso de estas tecnologías en su futuro pueden ser importantes.

La lástima es que ACTIC sólo acredita a personas mayores de 16 años en demostrar sus competencias en TIC. Creo que esa edad debería ser rebajada considerablemente.

lunes, 6 de marzo de 2017

Celos, un sentimiento para toda la vida

Con pequeños comentarios míos les remito a este artículo realizado por Gemma Martí en el que se explican brevemente las bases de ese sentimiento. Se ha publicado recientemente en La Vanguardia,