jueves, 14 de noviembre de 2013

Compendio general e innecesario de COSAS QUE NUNCA PENSÓ que le fueran a importar

Cosas que nunca pensó que le fueran a importar


Libro de 231 páginas publicado por la Editorial Debate (noviembre 2013) de la afamada escritora Cristina Garcia-Tornel. Como siempre, de venta en las mejores librerías del mundo tanto en la tierra como en la nube y en versión Kindle (Amazon).

Como supondrán tengo "conflicto de interés". Deseo que se venda mucho.


Bonita reseña de un experto (Sergio Parra) sobre este libro.
Cristina García-Tornel, mayormente conocida por su labor como editora y correctora de estilo de la revista de divulgación científica Muy Interesante, es licenciada en Filología Alemana por la Universidad Complutense de Madrid, lo que se advierte en una parte sustancial de las píldoras curiosas que se recogen en este Compendio general e innecesario de cosas que nunca pensó que le fueran a importar, que hace hincapié en las singularidades de la lengua, las palabras y la literatura. Pero García-Tornel también estudió Geociencias en Tréveris, Alemania, así que su libro también está trufado de información relativa a la ciencia en todas sus manifestaciones, desde la medicina hasta la genética, pasando por la física, la química, la astronomía o las matemáticas. Cualquier dato, cualquier anotación, cualquier cifra, postilla o guiño tiene cabida en este libro de aspecto y hechuras de poemario antiguo. Cualquier cosa que suscite la curiosidad, porque como ya dejó escrito Samuel Johnson, “La curiosidad es una de las más permanentes y seguras características de un intelecto vigoroso.” En Compendio general e innecesario de cosas que nunca pensó que le fueran a importar todo está mezclado, todo en random, es zapping en forma de libro, aviñeteado a velocidad ADSL. No hay capítulos temáticos, ni siquiera hay capítulos. García-Tornel ha recogido un puñado de cosas que quizá no hace falta saber pero que sabiéndolas nos sentimos impelidos a investigar un poco más, las ha introducido en una caja, ha agitado vigorosamente la caja, y, a medida que iba sacando una curiosidad u otra al azar, la escribía en este libro. No digo que el proceso de recopilación y presentación haya seguido esta pauta, pero estoy convencido de que hizo algo parecido. Tal vez lo introdujo todo en una gran piñata, se vendó los ojos, y la atizó con una vara. Quién sabe. Y la verdad es que no importa, porque así la lectura se pierde por vericuetos que no esperamos, y podemos dejar y recuperar el libro todas las veces que queramos, sin temor a perder el hilo: algunas píldoras tienen la extensión de un párrafo, y otras apenas una o dos páginas. Como si estuviéramos repasando el cuaderno de notas de algún científico alfanumérico y epistémicamente hambriento. En resumidas cuentas, estamos ante un toma y daca de datos curiosos que serían leídos con devoción por Johnny 5 (datos, datos…), presentados todos en un artefacto similar a un librito pequeño y manejable, casi transportable como una moleskine, de incontestable fácil digestión.