sábado, 27 de junio de 2009

Mi hijo es un mentiroso

Los padres/madres a menudo se preocupan cuando su su hijo pequeño o adolescente dice mentiras. Veamos, calma ante todo. Todos hemos sido mentirosos alguna vez y hasta existe la expresión de "mentira piadosa"o "mentirijilla". Los niños pequeños (de 4 a 5 años) son fantasiosos y les encanta hacer cuentos e inventar historias de tal manera que muchas veces confunde un poco la realidad con la fantasía.

En cambio uno más mayor o un adolescente puede decir mentiras interesadas, por ejemplo: para evitar hacer algo o para negar que haya hecho algo. Ente este tipo de mentiras loa padres deben tomarlo con tranquilidad y hablar él explicándole la importancia de la verdad, la honradez y la confianza. Muchos adultos decimos: "es una persona seria"

Algunos adolescentes captan que las mentiras pueden ser aceptables en algunas situaciones, como por ejemplo, no decirle al novio/novia la razón real del rompimiento para no herir sus sentimientos. Otros mienten para proteger su vida privada o para evitar la presión psicológica de los padres, por ejemplo: negando donde ha estado con sus amigos o haciendo creer a los padres que van a un sitio cuando en realidad están en otro. Para esto, los pobres padres confiados porque su hijo lleva móvil "y me llama para decir donde está" no se dan cuenta de que les afirman que están en Colmenarejo de Arriba cuando en realidad están en Colmenarejo de Abajo o que están en casa de un amigo cuando en realidad está echando un "polvete" con la novia. En resumen, los despistan como bellacos...

La mentira sistemática puede ser un síntoma de "alerta" no de "alarma" de problemas emocionales. Algunos niños ya que algunos aun sabiendo la diferencia entre la verdad y la mentira, elaboran historias increíbles que parecen verdaderas. Estos niños o adolescentes suelen relatar este tipo de historias toda clase de detalles fabulosos para mantener la admiración de los demás hacia él. Las mentiras-historias les hace populares entre los demás. Otros, en cambio, siendo "buenas personas" dicen mentiras para que los padres, maestros y amigos estén contentos. No tienen malicia pero la mentira repetida se puede convertir en un engaño continuo. Finalmente, están los "perversos" que usan la mentira para aprovecharse de los demás o para esconder problemas serios; esto es típico en el adolescente con la negación continua de tener problemas con el alcohol o drogas, ocultar donde ha estado, decir lo que estaba haciendo o no aclarar en que gasta su dinero.

Qué hacer si el niño o el adolescente mienten:

Los padres son el modelo de mayor importancia para los hijos. Ante las mentiras han de hablar con seriedad con su hijo de:
  • la diferencia entre la fantasía y la realidad, la mentira y la verdad
  • la importancia de la honradez en el hogar y en la comunidad
  • las alternativas a mentir.
Si la situación no mejora y el niño o el adolescente no dejan de mentir será necesario pedir consejo a un especialista en psicología o psiquiatría para evitar problemas en el futuro. En la fotografía pueden observar a un conocido personaje una de cuyas "virtudes" es decirlas por televisión y en reuniones sin sonrojo. ¿Se le podría llamar "mentiroso mayor del Reino"?

viernes, 26 de junio de 2009

Replay, sobre la "caca"

Con la mejor voluntad, los papás intentan enseñar y educar a sus hijos frente a los peligros físicos, químicos o elementos contaminantes. Cuando nuestro pequeño bebé va creciendo, se desplaza sin parar de un lugar a otro de la casa con una velocidad supersónica; además, lo toca todo. Quizás la única ventaja para los papás sea su adelgazamiento y el aumento de su agilidad debido a la constante persecución de ese todoterreno.

En ese proceso de enseñanza, es bastante común que los padres le indiquen los peligros contaminantes con la frase: "no toques eso, porque es caca". Así, la palabra "caca" se convierte en un signo de alerta o peligro habituales. Bien, el nene va creciendo y hasta que cumple los dos años. Ha llegado el momento de enseñarle a hacer sus necesidades en el orinal. Él sabe lo que significa "pipí", porque es la única palabra que se ha referido siempre a la orina. Pero, amigos, ¿cómo decirle que haga "caca" en el orinal? Pobrecito, debe de pensar: "mis padres están como una cabra, ¿cómo hago la "caca" en el orinal si está a mi alrededor y por todas partes?" Efectivamente, ha oído la frase cientos de veces: "eso es caca". Menudo dilema y encima no es prestidigitador. Esta confusión puede retrasar el aprendizaje del control de sus esfínteres.

Por este motivo, al bebé y al niño pequeño se les debe dejar bien claro que el "pipí es pipí" y "su caca es la caca". Todo lo demás está "sucio". Al crecer, si le decimos que ha de hacer caca en el orinal, lo entenderá perfectamente. Parece una chorrada ¿verdad? Pues no lo es.

Anden, ya pueden ir al lavabo...

jueves, 25 de junio de 2009

¡Ocurre hasta en las mejores empresas!



La casa Nestlé siempre ha sido sinónimo de calidad y de seguridad. Pero héte aquí que los hados pueden jugar una mala pasada hasta a las empresas más serias. Esta multinacional de la alimentación esta presente en EEUU. Nestlé, de origen suizo, tiene gran cantidad de productos comercializados en España algunos de ellos popularísimos y que hemos tomado desde niños.

La noticia es que Nestlé de Estados Unidos acaba de iniciar el retiro voluntario y recomienda devolver (con reembolso del importe) su producto refrigerado de masa para galleta Nestlé Toll House como una medida de precaución después de recibir el aviso de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) y del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de haber encontrado la bacteria E. coli 0157 en dichas galletas fabricadas en Danville (Virginia). La infección por esta bacteria en niños puede llegar a ser muy grave.

Como siempre el hecho no es seguro y los españoles pueden estar tranquilos porque ayer estuve en el supermercado de El Corte Inglés y no las vi. Quizás se vendan en Latinoamérica. Yo, a pesar de esta alarma, seguiré "cual ama de casa" confiando en Nestlé; no en vano me casco un Nescafé Expresso (no Nexpresso) cada mañana para poder escribir en este blog.

miércoles, 24 de junio de 2009

¡Santiago y cierra, España!

No recuerdo cuando degradaron el día de Santiago, como fiesta nacional, y pasó al olvido por lo menos en Catalunya. Reconozco que me dolió bastante; desde pequeñito el día de mi santo era fiesta nacional; los Santiagos éramos importantes. Ahora se acabó, de Santiago el Mayor parece que lo hayan degradado al Menor. Ya saben que no es por motivos religiosos pero yo había cogido regustillo a ese día.

Hoy se celebra San Juan, ¿que hizo San Juan que no hiciera Santiago?, habría que ver quién tiene más méritos y por eso he puesto este encabezamiento del post y pedir un referéndum nacional para la recuperación del día festivo y solaz de un santo que es como el desatascador 6 en 1. Es uno de los pocos que tiene varios derivados. Primero fue el nombre de Jaime, en idioma israelita Chaim (hoy sigue siendo común éste y la transcripción anglojudía Hymie), que de alguna manera pasó a ser Jacobo. De San Jacobo, nombre originario de uno de los doce apóstoles de Jesucristo, surgió con el tiempo la abreviación Santiago. Más adelante se confundieron no solo el pueblo sino también los religiosos, y pensándose --a base de Santiago-- que había un santo o personaje llamado Diago o Diego, surgió San Diego.

Así que en vez de San Juan como festivo reivindico el de Santiago, Jaime, Jacobo, Yago, Diego y alguno que me dejo. Por cierto, ¿saben porqué me llamo Santiago? Pues porque yo quedé concebido en Cangas de Morrazo (Galiza) y luego nací en la calle Trafalgar nº 10. ¿Soy gallego o catalán? ¿Me merezco que en la fachada pongan una de esas placas conmemorativas "Aquí nació..."? (je, je) No todavía porque la ponen después de haber pasado por la cajita de madera o la incineración.

martes, 23 de junio de 2009

Qué tal doctor, ¿de juerga esta noche?

En la noche más corta del año, en la que Barcelona no duerme, no pienso salir y me iré al "catre". A punto de llegar a centenario prefiero quedarme en casa. De pequeño me gustaba tirar petardos pero ahora no. Me pongo de "los nervios" cuando algún chiquillo cabroncete hace estallar uno a mi vera cuando ando distraído por la calle. Cuando pienso lo capullo que era yo tirando "truenos" desde la ventana de mi casa para que explotara al lado del desafortunado que pasaba por allí. Eso sí que era "tirar la piedra y esconder la mano" -tirar el petardo y esconderte tras la ventana. Así que no me busquen por ningún lado. Tomaré coca de San Juan, más ancha que larga, e intentaré quedarme dormido en los brazos de Morfeo entre el estruendo de los cohetes.

Pero los que sean papás con hijos han de seguir al pié de la letra las instrucciones del sargento Esterhaus que , día tras día, despedía a sus hombres de la comisaría de Hill Street con la mítica frase "Tengan cuidado ahí fuera" antes de que salieran a patrullar por las peligrosas calles de Nueva York. Si pulsan aquí recordarán la melodía.

Tengan cuidado con los petardos que pueden quemar y llegar a amputar algún dedo de la mano de sus hijos por una explosión mal controlada. ¿Conocen la normativa para la clasificación del material pirotécnico y la decisión de elevar hasta los 12 años la edad mínima para comprarlo y utilizarlo?


lunes, 22 de junio de 2009

Me he convertido en farero

Hay profesiones que, además de ser un medio y modo de vida, llevaban consigo añadidas el romanticismo de otros tiempos o la tranquilidad en los pueblos o ciudades como el sereno, el vigilante, el pregonero, el farolero que parecía que nunca llegarían a desaparecer. Pero la modernidad se la llevado la esencia de trabajos que cayeron en el olvido, una de esas profesiones, ahora perdidas, fue la de farero. Ya nadie duerme en el faro y ahora sólo un hombre se encarga de mantener a punto estas enormes linternas que siguen alertando a los barcos de la galerna y la peligrosidad en la mar. El farero, como tal, ya no existe.

Sin embargo, hay otro tipo de fareros. Son como los vigilantes de la playa pero sin musculitos, cuerpos esculturales o tabletas de chocolate en la barriga. Con la luz de nuevos faros intentan ver lo que ocurrirá más adelante o se fijan en detalles que para otros pasan desapercibidos. No hay tormentas ni mares embravecidos; hay una tranquilidad pasmosa pero con una luz y todos los sentidos alerta para detectar problemas que afectan a niños y jóvenes. Todo ello está recogido en FAROS el Observatorio de la Salud de la Infancia y la Adolescencia cuyos objetivos son:

  • Generar un marco de difusión del conocimiento, dirigido a los profesionales de la salud, en referencia a los temas candentes de la actualidad de la salud infantil y de la adolescencia.
  • Actuar como un canal de influencia en las pautas de actuación y en el diseño de las políticas necesarias para el abordaje eficaz de las enfermedades que afectan a los niños y a los adolescentes.
  • Ser parte relevante a distintos niveles (político, social, cultural) en la mejora de la salud de la infancia y la adolescencia, mediante la elaboración de recomendaciones, propuestas y materiales de difusión adecuados a distintos públicos.
  • Contribuir, con su acción de divulgación, a mejorar el bienestar de los niños, de los adolescentes y de sus familias.
  • Contribuir al progreso de los sistemas de atención sanitaria dirigidos a la infancia y a los jóvenes.
Todos los interesados pueden acceder a esta información, es gratuita y les deseo que sea útil para su trabajo e información. Este ingente trabajo es posible gracias a:



domingo, 21 de junio de 2009

Gente buena

Siempre he creído que la maldad es "congénita" en el ser humano y que es un trastorno muy extendido. El egoísmo es más un trastorno adquirido y la envidia es casi contagiosa. En la faz de la tierra no hay especie animal más terrible que los homínidos. Algunos llegan al homo sapiens mientras otros se quedan el homo erectus. No es de extrañar ya que los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los los grandes simios como el gorila, el chimpancé y el orangután. La demostración más clara de que somos parientes es que un mapeo del genoma humano indica que el homo sapiens comparte casi el 99% de los genes del chimpancé y que, siendo más precisos, cualquier individuo de nuestra especie tiene una diferencia de sólo el 0,27% respecto al genoma de los chimpancés y de 0,65% respecto al de los gorilas. De alguna forma cuando el hombre se fue "cerebrando" se fue volviendo más "animal".

Ayer fui a la celebración del cumplimiento de los 50 tacos de un amigo mío. La verdad es que tendrá muchos defectos pero es una persona bondadosa e hizo algo que no me había pasado nunca; prohibió que se le llevara ningún regalo y todo en dinero que cada uno pensaba en gastarse en él se debía entregar a una monjitas que dan de comer diariamente a los que están pasando hambre. ¡Chapeau!. Al comentarlo con amigos algunos refieren haber participado en actos similares pero anecdóticos. La verdad es que me dió una buena lección.