sábado, 12 de mayo de 2007

Una cuestión semántica: ¿qué significa "caca" para el niño?

Con la mejor voluntad, los papás intentan enseñar y educar a sus hijos frente a los peligros físicos, químicos o elementos contaminantes. Cuando nuestro pequeño bebé va creciendo, se desplaza sin parar de un lugar a otro de la casa con una velocidad supersónica; además, lo toca todo. Quizás la única ventaja para los papás sea su adelgazamiento y el aumento de su agilidad debido a la constante persecución de ese todoterreno.

En ese proceso de enseñanza, es bastante común que los padres le indiquen los peligros contaminantes con la frase: "no toques eso, porque es caca". Así, la palabra "caca" se convierte en un signo de alerta o peligro habituales. Bien, el nene va creciendo y hasta que cumple los dos años. Ha llegado el momento de enseñarle a hacer sus necesidades en el orinal. Él sabe lo que significa "pipí", porque es la única palabra que se ha referido siempre a la orina. Pero, amigos, ¿cómo decirle que haga "caca" en el orinal? Pobrecito, debe de pensar: "mis padres están como una cabra, ¿cómo hago la "caca" en el orinal si está a mi alrededor y por todas partes?" Efectivamente, ha oído la frase cientos de veces: "eso es caca". Menudo dilema y encima no es prestidigitador. Esta confusión puede retrasar el aprendizaje del control de sus esfínteres.

Por este motivo, al bebé y al niño pequeño se les debe dejar bien claro que el "pipí es pipí" y "su caca es la caca". Todo lo demás está "sucio". Al crecer, si le decimos que ha de hacer caca en el orinal, lo entenderá perfectamente. Parece una chorrada ¿verdad? Pues no lo es.
Anden, ya pueden ir al lavabo...

viernes, 11 de mayo de 2007

Una mala noticia: ¿Qué es el SAP?

Todo lo que escribo es cierto pero lo hago con un cierto tono jocoso para divertir al personal. Esta vez no lo voy a hacer, porque voy a hablar sobre un tema serio. Se trata de situaciones familiares que resultan devastadoras para los hijos y que he podido experimentar profesionalmente:
El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es un trastorno caracterizado por el conjunto de síntomas que manifiesta el niño como consecuencia del "lavado de cerebro" del padre o madre contra el otro durante el proceso de separación. Los padres -ya sea uno u otro, o los dos- emplean distintas estrategias con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir los vínculos que había entre el niño y el otro progenitor. Delante del niño hace comentarios maliciosos sobre el otro, denigrándole, despreciándole o burlándose; incluso, interfiere en la relación que hay entre ambos como, por ejemplo, impidiendo que le lleguen al hijo los regalos del otro. También puede alentar al pequeño para que sea desobediente con su otro progenitor, y desautorizar a este último que tome decisiones sobre la vida de su hijo. Llega un momento en que el niño "interioriza todos estos mensajes perversos" y su pensamiento se vuelve en contra de la persona que quería. También implican al pediatra pidiendo informes para avalar sus interferencias y poder, así, aumentar la campaña de desprestigio.

Las consecuencias del SAP pueden ser las siguientes: ansiedad, depresión, riesgo de consumir drogas, humor inestable, empobrecimiento de la vida social y familiar, baja autoestima, gran frustración, inseguridad en tomar decisiones y riesgo de suicidio.

¿Usted cree que estos síntomas son excepcionales? No. Lo que ocurre es que pueden variar desde ser leves a graves o muy graves, y muchas veces pasan desapercibidos. Si usted está en proceso de separación, reflexione, solicite asesoramiento. Controle sus sentimientos. La separación es cosa de dos, no de tres. De un divorcio respetuoso y amigable los hijos salen poco dañados. Si por el contrario la separación transcurre como en la película "La guerra de los Rose", puede tener una repercusión negativa incalculable.


jueves, 10 de mayo de 2007

¿Por qué hay más alergias? Limpie a su hijo, pero no le saque brillo

Un afamado alergólogo infantil, compañero mío de fatigas, es el príncipe de las gramíneas, de los pólenes, de los ácaros, de los pelos de perro/gato y otros elementos incómodos para la raza humana . Por ese motivo fue entrevistado el otro día en televisión. El motivo: ¿por qué están aumentando las alergias? Él me llama Pitagorín (de Pitágoras) y Kalikatres Sapientísimo (arquitecto griego que hizo un templo jónico en miniatura, tetrástilo y anfipróstilo).

Lo que no sabe mi amigo es que desde la introducción del euro, todo me parece barato y que mi mente no es capaz de convertir los euros en pesetas. Un desastre, vamos. O sea que de Pitagorín y Kalikatres, nada de nada. Eso sí, demuestra ser muy comprensivo conmigo.

Pues a lo que iba. Al parecer hay una teoría sobre el aumento de las alergias. Simplificando: según esta teoría, este aumento se debe a que desde el nacimiento mantenemos al bebé demasiado limpio, evitando que entre en contacto con gérmenes. Se esteriliza el biberón, el agua, el chupete... y así hasta el infinito. Esta ausencia de contacto desde el inicio favorece la aparición de alergias.

En resumen, hemos de ser un poco más "cochinos" dentro de un orden.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Viajar con niños; de puerta a puerta

Muchos conductores tienen una tendencia enfermiza a magnificar sus logros automovilísticos. Cuando comento: "Aunque digan lo contrario, para ir de Uvas a Peras yo no tardo menos de dos horas; no sé cómo los demás llegan más rápido. Siempre me dicen que en una hora y cuarto ya están allí". Algún interlocutor me responde con cara displicente: "Pues yo, a veces, aún tardo menos". Supongo que debe estar habituado a circular como el conductor que les muestro .

Viajar con niños supone contar el "puerta a puerta". Eso lo aprendí de mi hermano mayor, residente en Bolivia, y de los muchos asiáticos que visito en mi consulta. La mayoría de la gente sólo comenta lo que tarda en coche o las horas de avión. Eso es una equivocación monumental, especialmente si se va con toda la familia. El viaje dura desde que se sale de la puerta de casa hasta que se llega a la puerta de la otra casa u hotel. Los papás saben con certeza cuál va a ser la duración del vuelo del avión. Si dura menos de lo previsto, mala pata, se ha estrellado.

El tiempo que se emplea desde salir de casa hasta el momento del despegue del avión puede ser interminable. La llegada, otro latazo. Pero no acaba aquí: Quizás haya que coger además un tren o un autobús hasta el destino final. Total un viaje entretenido, divertido y relajado. Y si se va con niños pequeños ya es la pera; llegas "como nuevo". En la foto, arriba, pueden ver a un paciente mío recién llegado de Japón haciendo terapia de relajación.


Papás, los viajes son de puerta a puerta. Otro día les contaré mi secreto para que el nene no dé el "co...azo" durante el vuelo.

martes, 8 de mayo de 2007

En primavera, la ropa fuera

Como comprenderán yo no soy el jovenzuelo de la foto ni la señora/ita tampoco es paciente mía. Pero la mirada del muchacho sobre el "canalillo" me da pie a explicar los "dilemas" a los que me enfrento a la hora de explorar a un niño/a en primavera-verano. Con el calor todo el mundo va más ligero de ropa. Yo sigo con mi corbata mientras ejerzo mi actividad. Pero las mamás vienen con modelos en ocasiones espectaculares y asombrosos: ¿Cómo puede caber tanta "carne" en tan poco trapo?

Así me encuentro explorando al niño que está echado en la camilla. Yo me siento de tal forma que su cabeza queda a mi izquierda y sus pies, a mi derecha. Los menores de dos-tres años tienen mucha fuerza, suelen llorar y moverse mucho. Para poder explorar la garganta hay que inmovilizarlo. Solicitas ayuda, y muchas mamás se abalanzan sobre niño para ayudar a calmarlo y sujetarlo por los brazos. Es entonces cuando tengo trastornos visuales y dudas morales. Por un lado, a mi izquierda, una boca chillando o incluso escupiendo y por el otro, a mi derecha, dos atractivas masas redondeadas a 20 cm. de mi cara. ¿Dios mío, qué hago? ¿Meto el depresor en la boca del niño para ver su garganta o lo introduzco en el escote para ver si existen amígdalas entre las tetas? ¡Qué ordinario es usted, doctor! No le quito la razón, pero todo el mundo tiene alguna tentación cuando está tan cerca. ¿Verdad? Por el tono en que lo escribo no se pueden ofender. Ya me gustaría ya ver a sus parejas en mi situación.

lunes, 7 de mayo de 2007

"Las partes nobles" dan repelús

¿Será posible que usted, doctor, nos enseñe estas fotos porno?. Pues sí, pero de porno no tienen nada. Se trata del pene de un bebé, con cientos de acepciones cariñosas: "pito", "pistolita", "pajarito", "titolita". Les agradeceré que me envíen más pero refiriéndose al niño pequeño. Las del adulto ya me las sé. Y ustedes también.....

Lo llamativo de los genitales de los bebés es que muchos papás no saben limpiarlos o no se atreven ni a tocarlos. Las mamás exclaman: "Eso es para mi marido, es cosa de hombres" - como si no hubieran manejado nunca una "pistolita", je, je, je, cosa que me cuesta creer. El marido exclama: "Ella se ha de encargar de todo, es la madre". Así quedamos que las "partes nobles" dan repelús tanto a unas como a otros. Y pensar que tendrán tanta importancia para el futuro....
Los varones tienen fimosis (prepucio cerrado al nacer) y con el tiempo se va abriendo espontáneamente. Algunos necesitarán pulir su "pitorro" pero sólo cuando lo indique el pediatra o cirujano infantil.

domingo, 6 de mayo de 2007

¡No sé como quitarle el chupete!

El chupete (pacificador en inglés) es un instrumento muy útil durante un periodo de la vida Los hay de mil formas, texturas, colores. En el fondo, todos hacen lo mismo; tranquilizar al bebé por los movimientos de succión no nutritiva. Recientemente la Academia Americana de Pediatría ha aconsejado emplearlo, incluso durante la lactancia materna, como protector de la Muerte Súbita del Lactante.
Pero, ¡ay,! el bebé va creciendo y cada vez tiene más "mala uva". Para que se calle muchos papis se lo dan siempre para que no llore, calmar su "ansiedad" y para que no se "estrese". El nene, que no es tonto, tendrá chupete para rato.

¿Cuándo habría que quitar el "chupe", la "pipa" o el "tete"?. Una buena opción es al año de edad pero los papás lo ven demasiado pronto para su vástago. Si somos condescendientes podemos hacer una prórroga hasta los dos. A partir de esa edad ya no sirve para nada, deforma las encías, facilita las infecciones y se convierte "en una droga". No hay más que ver como al entrar en la guardería (en las que no dejan llevarlo) como se lo entregan a los papás. A la salida lo primero que hace es pedir el "tete" cual cigarro salvador y lo chupan locamente por haber pasado este terrible periodo de abstinencia.

Pero, cómo se lo quito, me preguntan desesperados los padres. Yo tengo muchos "truquillos" para hacerlo, pero hay uno infalible. Consiste en que se quede con un solo chupete y hagan lo mismo que en este vídeo.

La única diferencia es que en ver de cortarlo a la velocidad de este campeón de Formula 1 en la especialidad de calamares, lo hagan cada tres o cuatro días cual longaniza casera pero sin que él lo vea.